Este edificio está ubicado en el campus de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y pertenece a la Facultad de Ciencias. El Campus, con una superficie de 1.213.000.000 m2 y un área de ocupación construida de 172.000 m2, tiene una relación de espacio público por habitante de 29 m2, mientras que Bogotá, una de las ciudades más densas del mundo, tiene una relación de 4 m2, haciendo del campus un oasis dentro de la ciudad.

Leopold Rother, de origen alemán, en 1937 diseña el Plan Maestro del Campus Universitario, inspirado en la siedlung alemana. Su conformación urbana fue referente para la concepción de la UNAM en México DF y el campus José Carlos Villanueva en Caracas.

Se podría resumir la conformación original del plan como “Un gran continuo de espacio verde, sobre el que se ubican los edificios de forma aislada, sin romper la continuidad del plano verde”. Sin embargo, este plan original, ha sido desfigurado por intervenciones y construcciones realizadas en la década de 1960. En contrapartida, este edificio es afín al Plan de Regularización y Manejo actual, realizado por el Arquitecto Juan Manuel Robayo, que pretende recuperar la idea original, realizada por Rhoter.

La intención principal del proyecto es generar espacios de encuentro, construir una comunidad entre estudiantes y docentes, esto implica romper con la tipología común en el campus: Edificios que consisten en una circulación central con aulas dispuestas en fila, sin lugares de encuentro dentro de los edificios ni tampoco en el exterior dada la gran escala de los espacios verdes. Esto crea recintos que pueden calificarse de alienantes, por su falta de lugares informales de encuentro y sin relación con el entorno natural.

Así, la propuesta de realizar un edificio donde existan espacios libres entre cada bloque de aulas, rompe con la tipología convencional, al tener un edificio con múltiples espacios de encuentro de pequeña escala entre bloques. Esto a su vez, posibilita tener libertad en la conformación formal de los espacios que comúnmente son ortogonales y, por consiguiente, tener otras formas.

Por esta razón, se decidió crear espacios con planta ovalada, directamente relacionados con el útero materno, lugares donde nos sintamos más cálidos y nutridos que en los ortogonales, permitiendo que el continuo verde atraviese y se correlacione con los demás edificios.

La Facultad de Ciencias brinda la mayor cantidad de servicios académicos a la comunidad universitaria, dentro de sus tres fines misionales: docencia, investigación y extensión. Sin embargo, los espacios destinados a la docencia, han ido disminuyendo por modificaciones de uso siendo adecuados como laboratorios y oficinas; sumado a esto, los edificios de la Facultad, no cumplen con las normas técnicas actuales, siendo de gran atención, la desactualización a la norma sismo resistente NSR 2010.

En paralelo a las evaluaciones físicas de las edificaciones actuales, la Facultad de Ciencias, está organizada por Departamentos, es decir, las propias edificaciones son aisladas para cada programa académico (Biología, Estadística, Física, Farmacia, Química, Matemáticas, Geociencias, Observatorio Astronómico Nacional e Instituto de Ciencias Naturales), lo cual propicia que no haya una integración entre docentes, estudiantes, investigadores y personal administrativo de las distintas dependencias de la Facultad.

Dicho esto, este edificio, tiene como estrategia solucionar las urgentes necesidades exclusivamente de espacios de docencia, acorde con las tecnologías de punta y en paralelo, es el único edificio de la Facultad, que le presta servicio a todos los programas académicos, por consiguiente, es el punto de encuentro y de discusión del pensamiento entre las distintas ramas de las ciencias, generando de manera apropiada, la construcción de una comunidad universitaria.

El proyecto fue diseñado teniendo en cuenta la máxima incorporación posible de tecnologías sustentables. Es así como se dispuso:

  • Ventilación natural cruzada y adiabática en los todos los espacios.
  • Recuperación de la zona verde ocupada por el edificio con una
    terraza verde.
  • Restitución de la zona verde del auditorio, al enterrarlo y convertir la
    cubierta en un área verde nuevamente.
  • Utilización de materiales como el concreto que generan un bajo nivel
    de mantenimiento.
  • Recuperación de aguas lluvias.
  • Recuperación de aguas, derivadas de la saturación del nivel freático
    para jardines y humedal.
  • Utilización de tecnologías lumínicas de bajo impacto energético.

Autor(es): Carlos Guillermo Fischer