Premio Fernando Martínez Sanabria 27 BIENAL
Premio Nacional de Arquitectura 2020

INTRODUCCIÓN

El proyecto para el Centro del Japón de la Universidad de los Andes en convenio con la Embajada del Japón, se localiza en la localidad la Candelaria, barrio las Aguas, en la Calle 18A No. 0-7, Sector 16 del PRM, y supone intervenciones en los polígonos 1605 Ñe (Reforzamiento estructural y modificación arquitectónica), 1604 Ñe1 (Obra nueva) y 1606 Ñe2 (demolición y obra nueva). La iniciativa surge del acercamiento entre la Universidad de los Andes y la Embajada del Japón, quienes en conmemoración de los 110 años de excelentes relaciones entre las dos naciones proponen la creación de este Centro, que tiene como propósito el fortalecimiento de los lasos culturales tanto con la universidad como con su el entorno, el centro histórico y la ciudad, en la búsqueda de un campus cada vez más permeable articulado y participativo.
El proyecto se desarrolla en un área aproximada de 1050 m y consta fundamentalmente de tres espacios de carácter cívico cultural a saber: Salón múltiple (auditorio) con capacidad para 100 personas, biblioteca y área de exposiciones que hace las veces de vestíbulo, además de las áreas de apoyo y administrativas.

CRITERIO DE IMPLANTACIÓN

La localización del proyecto se determina por el deseo tanto de la Embajada del Japón, como de la Universidad de los Andes, de establecer contacto con el espacio público y la vida urbana de proximidad. Para este fin se elige como emplazamiento estratégico el predio correspondiente al sector 16 del PRM “Las casitas”, donde actualmente convergen las actividades propias de la vida universitaria en simbiosis con la actividad pública, alrededor de la plazoleta del centro de atención integrada CAI. Se destina el bien de interés cultural conocido dentro del PRM como 1605 Ñe, para ser incorporado como parte del proyecto y través de este articular la relación dual entre la plazoleta CAI, de carácter cívico, con el jardín posterior conocido como “Patio de historia”. Por tal razón el proyecto adquiere el compromiso de construir el perfil urbano tanto por la calle 18 como por la carrera 1, atendiendo las determinantes normativas que implica incorporarse dentro del contexto patrimonial. Dado el valor patrimonial del conjunto edilicio, en especial de los bloques Ña y Ñe adyacentes, el proyecto adopta la tipología de cubiertas inclinadas y se adapta a los bloques patrimoniales respetando estrictamente los empates en altura, pendientes de las cubiertas y elementos tales como el alero.

La volumetría propuesta consta de tres componentes a saber:

  1. El volumen frontal. Se ubica frente a la plazoleta del CAI y alberga el espacio de exposiciones desarrollado en doble altura, flota
    sobre un cuerpo de vidrio retrocedido que indica el acceso y hace las veces de área de vestíbulo.
  2. El bien de interés cultural Ñe (casita morada). Constituye la adaptación de la casa patrimonial, que alberga las áreas
    administrativas y las salas de apoyo a la docencia.
  3. El auditorio, que por la naturaleza de su uso y para mantener la concavidad del vacío en el patio de historia, este se plantea bajo
    la línea natural de terreno, conectado al módulo de servicios a través de un paso de conexión bajo el BIC Ñe.

La disposición oriente occidente de los componentes requiere que estos estén articulados en sentido transversal y operen como
un todo. Para esto se hace necesaria la implementación de un paso – conexión, bajo el BIC Ñe, a la altura de la zona de circulación
y el área del patio, que articule el auditorio con las áreas de servicio dispuestas en el nivel 0 (bajo la línea natural de terreno), y una
conexión visual a nivel de primer piso, que permita la integración de la plazoleta y el jardín a través del proyecto.

EL CONCEPTO UCHI-SOTO.

La cultura japonesa cimentada en una sociedad colectivista, ha desarrollado un lenguaje de patrones de comportamiento básico que rige las relaciones sociales entre grupos o entre grupos e individuos, basado en el respeto. Este código o atributo social se resume en el concepto “uchi-soto”. El uchi, que podría interpretarse de manera literal como “adentro”, representa el círculo social más próximo, que abarca capas desde la familia, amigos cercanos, la empresa… entendiéndose así la familia como el embrión del código social Japones y el elemento primario del “Uchi”.

El “soto”, que podría interpretarse de manera literal como “afuera”, representa aquellos grupos o individuos que no están dentro del circulo próximo, pero con los cuales existe o podría existir una relación o vinculo. Así pues, el uchi-soto no es una negación o frontera, sino lo contrario, supone un vínculo y a la vez un código de comunicación para establecerlo. El concepto Uchi-soto plantea per sé una dicotomía, que se conoce como tatemae-honne, donde el tatemae (literalmente la fachada) representa lo que es permitido proyectar hacia el exterior (soto), para lo que claramente existen restricciones, y el honne, representa aquellos patrones de relación cuya libertad es propia únicamente dentro del grupo Uchi.

La arquitectura del Centro del Japón se rige bajo el uchi-soto, proponiendo una sucesión de espacios de atributos y categorías distintas que van desde lo más público (la plaza), hasta lo más privado (el jardín), controlando el grado de cerramiento, la transparencia y la conexión con el exterior, para producir una espacialidad propia para la familia (miuchi), y otra para el individuo (wathasi).

La dicotomía tatemae –honne, se produce al proyectar hacia el exterior una condición de solidez y transparencia propias de la cultura y la sociedad japonesa, representadas en un gran bloque sólido, negro cuya textura de madera carbonizada evoca técnicas constructivas ancestrales, posada delicadamente sobre un vidrio que permite la relación visual directa entre la plaza y el jardín , mientras que al interior se experimenta una situación contraria, donde el manejo de la luz y el tratamiento de los materiales ofrecen una atmosfera cálida, propia de un hogar Japonés, que facilita una comunicación más íntima y emocional.

Autor(es):

A + M Arquitectos (Álvaro Bohórquez y Maribel Moreno)