Premio Karl Brunner (compartido)
27 BIENAL (2020)

Pensado desde una identidad urbana, práctica y vanguardista, este diseño, nace de la necesidad de recuperar la relación entre la ciudad y el río Magdalena. Un vínculo que estuvo perdido y que ha sido clave para el desarrollo sociocultural y económico de una de las ciudades más importantes de Colombia.

Este Río nace en el extremo suroccidental del país y atraviesa gran parte del territorio nacional, convirtiéndose en un conector comercial y cultural. Este increíble entorno fue estudiado y analizado para la composición del proyecto: el clima, la biodiversidad, la fauna y la flora, la geografía del terreno, los ejes de actividad de la ciudad,la legislación de la tierra y hasta los efectos del cambio climático en las ciudades con frente fluvial o marítimo.

Es precisamente la cercanía entre el mar y el río la que influyó en gran medida a que hoy en día a Barranquilla se le conozca como la Puerta de Oro, coyuntura que daría inicio a un desarrollo urbano marcado por lo que es laciudad actualmente: una urbe en constante evolución que busca un estilo de vida cosmopolita sin comprometer su identidad caribe. Y es dentro de este contexto —y de la disposición de retomar el río— en donde nacen proyectos de gran impacto, específicamente un espacio público lineal donde su diseño arquitectónico y urbanístico se convierten en proyectos imprescindibles para lograrlo. Diseñamos a detalle la Unidad Funcional 1 y la 2, las cuales se encuentran construidas y abiertas al público.

Todo el proyecto está organizados por tres franjas que bordean el litoral del Magdalena y buscan restablecer esa conexión perdida entre la ciudad y el río. Desde arriba, estas tres franjas se hacen evidentes y se van desvaneciendo en una especie de degradé, desde el tono más oscuro del asfalto hasta el grado más claro del adoquín color arena deconstruido de la última franja, que contrasta con el límite del río. Una vista que da la impresión de ser una imagen de realidad virtual pixelada, compuesta por una vía, un paseo peatonal con alameda, árboles y ciclorruta y una zona principal de parque y actividades variadas.

El proyecto, a través de diferentes niveles, unos más cercanos al río, que permiten la inundación, y otros más elevados, protegen la orilla y generan espacios contemplativos al tiempo que le otorgan resiliencia al proyecto para responder a los desafíos que experimentaran las ciudades fluviales con el cambio climático. Además, detalles como la proporción métrica de luz que se refleja en los colores de las losetas, la iluminación nocturna, el color y el diseño único de una baranda que bordea el tramo y se camufla con el río, han contribuido de forma silenciosa y mimetizándose con el entorno, a que este espacio se haya convertido poco a poco en la nueva atracción turística de la ciudad.

Desde la inauguración de la Unidad Funcional 1 en julio del 2017, este espacio ha registrado visitas de aproximadamente más de 4 millones de personas. Y ha brindado una plataforma contemplativa para que la ciudadanía se encuentre; haga deporte; tenga citas a ciegas, paseos familiares y avistamiento de aves; recargue sus teléfonos, vea un show de breakdance o se siente a meditar. La Unidad Funcional 2 abierta a finales del 2019, es el más utilizado hasta el momento y nace de la necesidad de tener un espacio deportivo y recreativo para la familia, su diseño fue pensado como un club social abierto al público que puede ser recorrido por estaciones con diferentes actividades, ya que cuenta con 1,5 kilómetros de longitud.

De norte a sur los visitantes pueden disfrutar de diferentes experiencias: una plaza de pérgolas cuyo diseño brinda sombra durante todo el día, con volúmenes destinados para comercio y servicios. Un parque de agua, con chorros y luces, que se entrelaza con un parque para mascotas y llega a uno de los espacios más especiales, el jardín nativo, un espacio para el aprendizaje donde se cuenta la historia de las plantas, los árboles y la vegetación del departamento, y se extiende hasta un talud de vegetación para contemplar el Río y el Parque Isla Salamanca.

Adicional, un gran parque deportivo que cuenta con canchas de fútbol, voleibol y básquet, así como un gimnasio y mesas de ping pong que se encuentra con una plaza que marca el inicio de la nueva Barranquilla, a través de un show de luces que proyectan hacia el cielo y simulan un faro. Y al finaliza un parque para niños, un espacio de juegos lúdicos diseñado desde las experiencias, espacio que desde arriba, genera un deleita gráfico y visual de colores y formas.

El proyecto está localizado en una de las zonas identificadas por el gobierno local como estratégica de crecimiento, renovación y rehabilitación, donde se prevé la renovación de alrededor de 200 hectáreas de suelo urbano. Estas dos Unidades Funcionales han marcado ese inicio y reforzado el potencial de esta nueva área. Este proyecto es un catalizador dentro de una regeneración urbana de Barranquilla en donde el río es el protagonista, para lograrlo fue necesario un gran trabajo de visión de ciudad donde el sector público y el privado trabajaron juntos por el beneficio común.

 

Autor(es):

Ricardo Vives + Diseños y Conceptos Inteligentes + DEB Consulting (Francisco R. Marino y Catherine Jessurum)