El proyecto se ubica en un conjunto residencial en La Calera, Cundinamarca. Inmerso en un entorno suburbano, posado sobre una topografía inclinada, el reto principal del proyecto fue el aprovechar las visuales lejanas del valle e integrar la casa con la naturaleza circundante y a la vez conservar la privacidad de los espacios interiores, evitando que las áreas privadas quedasen expuestas a los transeúntes. Con este fin, la primera decisión de diseño fue ubicar la casa en la parte alta del lote – el lugar con mejor vista. Se plantearon los servicios y las áreas más públicas en el piso superior (salón–comedor–cocina), dejando las habitaciones en el nivel inferior, con el fin de aprovechar el seto perimetral que delimita los lotes del conjunto para protegerlas del exterior.

Las pérgolas exteriores que cubren el parqueadero y la terraza se unificaron con la cubierta principal, con el fin de generar una sensación mayor de horizontalidad y de limpieza en el diseño.

El acceso a la vivienda se plantea como un recorrido que sorprende. Al llegar al lote, al cual se accede desde la parte superior, la casa se hace prácticamente invisible. Planos completamente cerrados ocultan los espacios interiores de la vista de quien accede. El acceso peatonal desde el exterior se hace en paralelo a un muro cerrado de ladrillo y un jardín lineal que lo acompaña, llevando al visitante contra la montaña y estrechando su paso. La puerta de entrada aparece como un umbral completamente cerrado, que al abrirse ofrece de un solo golpe la vista de las montañas y el valle.

La zona social es totalmente transparente hacia la vista y cerrada hacia la montaña. El salón-comedor-cocina se extiende sobre una terraza perimetral que desdibuja los límites entre el adentro y el afuera. El mueble de la chimenea (interior) atraviesa la fachada y se convierte en el BBQ (exterior), enfatizando esta integración.

Una escalera abierta conecta el nivel social con la zona de habitaciones. Recibe la escalera, el espacio de TV y el estudio, abiertos sobre la circulación para llenar de luz el espacio. La habitación principal se adueña de la esquina, contando con la mejor vista, mientras que las demás habitaciones se disponen a manera de galería. Las puertas de las habitaciones se diseñaron como puertas de correr con un ancho superior al estándar, con el fin de poder mantenerlas abiertas y garantizar el acceso de luz natural a la zona de circulación.

La casa está aislada del terreno a partir de elementos de poliestireno expandido, con el fin de evitar la pérdida de calor del interior de los espacios. Con este mismo fin, el sistema de ventanería se plantea con cámara de aire, lo cual permite que las grandes extensiones de vidrio capturen el calor del sol durante el día sin dejarlo escapar durante la noche.

Autor(es):

aRE / Arquitectura en Estudio

Camilo Garavito
Carlos Nuñez
Natalia Heredia