Este proyecto surge de un concurso arquitectónico enmarcado dentro del plan maestro de Infraestructura 2008-2028, realizado por la Pontificia Universidad Javeriana, para atender el área de Educación Continua, posgrados y relación con egresados. Por lo tanto, su nacimiento obedece a una segunda alternativa en el norte de la ciudad para estudiantes de extensión en esta zona de Bogotá.

El predio donde se implanta este proyecto se encuentra frente a una vía primaria de la ciudad con amplia sección vial (100 metros) y un abundante flujo constante de vehículos. Por lo tanto, se formuló un edificio que responde a dos premisas: valorar la condición de un volumen que se aprecie de manera diversa según la dirección y velocidad de aproximación, y humanizar la difícil condición urbana a través de la implementación de un jardín-balcón de acceso en el segundo piso, que convierte el ingresar al edificio en un evento de disfrute.

Esta ubicación en esquina hace del edificio un hito en el sector y en la ciudad. Su volumetría es imponente pero respetuosa con el entorno. A nivel de espacio público, el antejardín generoso y transitable permite devolver al peatón un espacio de circulación agradable y amplio, que estaba perdido. Es una antesala al proyecto que permite recorrerlo y acceder a los locales del primer piso fácilmente.

Para la materialidad, se optó por reflexionar sobre la particular oportunidad en Bogotá de usar el ladrillo como material excepcional para una edificación de oficinas, en contraste con la tendencia actual de utilización del curtain wall, extensamente usados en el mundo.

El edificio de 19,163 m² se compone de tres sótanos y 10 pisos, más una cubierta transitable con una vista fenomenal de 360° sobre la ciudad. Los sótanos corresponden a los estacionamientos, escasos en el sector, y servicios generales. Los dos primeros pisos están dedicados a comercio por su clara cercanía con el peatón. El lobby principal de acceso a la Torre está en el segundo piso, en el jardín-balcón, sobre la ciudad, resguardado del tráfico peatonal que tiene la zona, permitiendo contemplar la ciudad. Por último, los pisos 3 al 10 están dedicados a educación, salud y oficinas. Los pisos javerianos atienden programas de Extensión (Educación Continua), algunos posgrados, y tendrán un espacio dedicado a egresados con múltiples facilidades bajo esquemas de “coworking”, el centro javeriano de interculturalidad y plurilingüismo de la Facultad de Comunicación y Lenguaje, y un servicio de alimentación para las actividades que allí se desarrollen tanto para la Comunidad Educativa como para terceros que quieran usar estas instalaciones.

Autor(es): Taller de Arquitectura de Bogotá S.A.S

Fotografías: Alejandro Arango