Sobre un edificio muy cerrado al exterior, con una tipología arquitectónica moderna y con una descomposición geométrica y espacial, solido en su fachada y dinámico en su interior. El espacio interior es una recomposición volumétrica representada en cinco niveles distribuidos sobre una caja rectangular, muy cerrada hacia el exterior, pero con una riqueza espacial al interior, donde se buscó una representación de los espacios, de acuerdo a un juego de alturas, vacíos, puentes de conexión, vanos de observación, espacios abiertos, puntos fijos flotados, lucernarios en fachadas horizontales y verticales capturando iluminación natural ante la ausencia de fachadas abiertas hacia el exterior. Es una arquitectura que se centra en la vivencia interior. En la intervención se respetaron muchos de los valores del edificio, pero se adecuo funcionalmente para un estudio de arquitectura, estableciendo un dialogo entre arte, diseño industrial, grafico e historia. Un guion construido a través de épocas, personas y espacios envolventes e inspiradores como telón de fondo. Se pensó en un interiorismo que recreara una escenografía donde, el arte pictórico y escultórico, los portales coloniales y fragmentos arquitectónicos de diferentes épocas pudieran interactuar con un taller creativo de arquitectos, propiciando una atmosfera que refleje un pasado, presente y futuro de diseño. La materialidad parte del revestimiento o pieles en piedra, concretos ranurados, bloques de vidrio estructurado en la fachada que permiten el acceso de la luz natural, pisos en madera, hierro en elementos articuladores como escaleras y lámparas ornamentales, cuero y textiles para el mobiliario. La disposición es de grandes planos que forran el contenedor pero que a su vez no generen competencia con los objetos y el mobiliario, permitiendo ser partícipes y protagonistas del espacio contando lo que representan, lo que son.
Originalmente fue una casa de barrio construida en la década de los años 50, tuvo una intervención en los años 90 y nuestra primera adecuación fue en el año 2005, pero en época de pandemia (2021) se decidió intervenirla nuevamente para adecuarla a los nuevos conceptos de trabajo que exige la época post pandemia pensando en la adaptabilidad y flexibilidad en lugar de la permanencia, en lo dinámico en lugar de lo estático, donde las personas cuenten con espacios que promuevan la creatividad y productividad, además de una calidez y serenidad que no obtienen muchas veces en sus casas haciendo teletrabajo.
Autor(es): David Restrepo Restrepo