El proyecto de Restauración de la Casa Eduardo Santos consistió en la intervención de una edificación patrimonial mediante su recuperación y conservación en virtud de procesos de deterioro debido al desuso y abandono. El mismo se podría resumir como la revitalización y adaptación funcional de un edificio en estado de ruina para un nuevo uso cultural y educativo.
La Casa Eduardo Santos es una edificación que cuyo desarrollo se llevó a cabo entre los siglos XVI y XVII, con una historia que incluye varias etapas en las que se realizaron modificaciones en la distribución del inmueble. Las etapas identificadas de la casa involucraron procesos de expansión, en los cuales de un volumen lineal de un solo piso se transformó en una configuración tipo claustro con un patio central como elemento articulador, que con posterioridad se amplió a dos niveles.
Debido a fenómenos de remoción en masa, la configuración tipo claustro se perdió cuando una de las crujías colapsó. A partir de ese momento, la tipología del edificio cambió a una implantación conformada en “U”, permitiendo que la edificación se abriera a la vista privilegiadas, proporcionadas por su ubicación de dominio en la montaña.
Uno de los mayores desafíos del proyecto consistió en la recuperación de los sistemas constructivos originales del inmueble, caracterizados por muros de adobe y tapia, estructura de cubierta en madera y manto en teja de barro. También se buscó conservar los cimientos y sobrecimientos de piedra, que son característicos de la tipología edificatoria de la época. Sin embargo, el proyecto planteó la integración de análisis contemporáneos asociados al mejoramiento de la habitabilidad, y actualización de sistemas; situación que propendió por el mejoramiento de la habitabilidad espacial, a pesar de las condiciones climáticas asociadas al frío características de la ciudad.
Al inicio de la intervención, se tuvo que revertir no solo el deterioro sino también intervenciones previas que habían distorsionado la interpretación de la edificación. El proyecto de intervención no pretendió restaurar la casa a su estado original bajo una configuración en claustro, sino que se centró en la conservación integral de la pieza arquitectónica y patrimonial que había resistido el paso del tiempo, integrándola con el contexto.
Para la adaptación del edificio patrimonial, fue necesario la formulación de espacios complementarios para albergar servicios; aprovechando el elemento arquitectónico de los contrafuertes, se desarrolló un módulo de dos pisos que no solo cumplió funciones espaciales, sino que también actuó como un verdadero contrafuerte cumpliendo funciones de orden estructural.
El mayor aporte del proyecto fue integrar el inmueble patrimonial en todo un nodo cultural, donde la pieza arquitectónica forma parte de un proyecto de mayor envergadura en el cual se articulará el inmueble esquinero con el uso de la escuela de música a desarrollarse en el vecino predio denominado Casa Silvino Rodríguez.
Esta formulación propenderá porque la Casa Santos y vecinos patrimoniales se integren para crear espacios concebidos para la cultura y la formación de la población de la ciudad de Tunja y de la Región.
En resumen, el proyecto de intervención en la Casa Eduardo Santos representa la esencia de la conservación del patrimonio: Es un proyecto que abarca la conservación de técnicas constructivas y espaciales, integrándose y articulándose con su entorno. Este proyecto no solo es una pieza urbana, sino también un elemento articulador en el contexto en un interés por relacionar el patrimonio con un enfoque cultural y formativo para la región.
Autor(es):
Arquitecto Jorge Enrique Martínez Fonseca
Director de proyecto y de obra año 2019.
Arquitecto Santiago Martínez Ospina
Director de proyecto año 2019.
Arquitecto Rafel Rincón Calixto
Representante Legal consultor año 2011.
Ingeniero Samuel Arturo Ramírez
Director de consultoría año 2011.