El Departamento del Cesar, a través de la Universidad Nacional de Colombia, ha liderado diversos proyectos de infraestructura educativa para niveles básicos, primaria y secundaria. Estas edificaciones están diseñadas específicamente para adaptarse a las condiciones locales de clima, topografía y paisaje, buscando maximizar su impacto cualitativo y equitativo.
Los últimos 20 años han visto la revitalización de estos proyectos de renovación educativa, enfocándose en actualizar las infraestructuras anteriores. Frente a la urgencia de encontrar soluciones con un impacto amplio y equitativo, se propuso renovar la oferta de aulas, laboratorios y espacios complementarios en 43 instituciones educativas de los 25 municipios del departamento.
Los proyectos se están llevando a cabo con la construcción de 29 módulos homólogos en diversas localidades como Pueblo Bello, Manaure, San Diego, Codazzi, entre otras. Además, se están replicando módulos en los municipios de Bosconia, Puebloviejo, El Copey, entre otros, con el objetivo de fortalecer la educación en el territorio.
La esencia inicial del proyecto fue diseñar un prototipo repetible y adaptable, que permitiera ajustarse a las diferentes latitudes y orientaciones del territorio del departamento del Cesar. Este mecanismo de adaptación se enfoca en los horizontales de gran formato que controlan la incidencia directa del sol matutino y vespertino, sin obstruir el paso de aire por la fachada.
La estructura del proyecto se concibió en un entramado de perfiles metálicos construidos en planta y ensamblados en cada colegio. Esto permitió industrializar y acelerar considerablemente los tiempos de ejecución de la infraestructura, liberando el área superior de la planta para facilitar eventos futuros y modificaciones en la distribución del espacio.
En la planta inferior, el sistema por-tante genera una sala libre y polivalente de 15×39 metros, para dar cabida a actividades extracurriculares, cada vez más importantes en la educación contemporánea. Un volumen compacto hexagonal escalonado, los servicios sanitarios y los cuartos técnicos son medianamente servidos.
A través de concursos realizados entre los estudiantes de cada escuela, se eligió el color que identificaría a cada módulo. Los niños expresaron su voluntad de pinturas vivas que los arquitectos no se atrevieron a negar. Para nuestra satisfacción y satisfacción, las estructuras vibran intensamente con la naturalidad y la luz tropical de su entorno.
Autor(es):
Dr. Miguel García Arquitecto Edison Henao
Dra. Isabel Llanos Chaparro Arquitecto
Arq. Luis Felipe Arias Lemus
Fotografías: Edison Henao
