El contexto
Frente al Primer Parque del Barrio Laureles de Medellín, en una zona residencial tradicional con usos comerciales, educativos e institucionales, se localiza una edificación de vivienda multifamiliar de 7 niveles. La apuesta por la construcción de nuevas viviendas en altura en este entorno, permite que el barrio integre diferentes usos en sus calles y sitúe frente a uno de sus espacios naturales y urbanos más importantes, nuevas unidades de vivienda para mantener el carácter residencial del sector.
El edificio
Este nuevo edificio residencial propone una mezcla de usos comerciales y de oficinas en su primer nivel con viviendas en los pisos superiores. Está conformado por dos núcleos de viviendas separados por un patio interior: uno con visuales frente al parque y otro en la parte posterior del lote.
El espacio interior
Las unidades de vivienda 501 y 504 se localizan en la fachada norte, con visuales hacia el Parque de Laureles. El encargo arquitectónico consistió en unir estas dos viviendas para ampliar las visuales hacia el parque, incluir un espacio de trabajo y configurar la zona de dormitorios hacia el patio interior del edificio.
La arquitectura propuesta define tres zonas de acuerdo con su uso:
La primera es la zona social, localizada frente al parque.
La segunda es la zona de habitaciones, que se ubica hacia el patio interior del edificio.
La tercera zona es el espacio de transición entre la zona social y la zona privada que cuenta con dos patios auxiliares, con visuales a las laderas y al centro de la ciudad y con pasillos iluminados naturalmente para articular la zona social y la zona
privada.
El acceso y la zona social
La propuesta integra el acceso a la vivienda y localiza en los extremos los servicios para ampliar las visuales sobre el parque y configurar una planta libre donde se integren las actividades del salón, el comedor, la cocina y un estudio, concebido como un espacio de trabajo que puede integrarse o separarse de la zona social. Al quitar los muros divisorios de las dos unidades de vivienda originalmente planteadas, la estructura de soporte existente se convierte en protagonista del espacio de acceso y del balcón que ocupa el frente del espacio, situado frente al follaje de los árboles del parque.
Los patios interiores
Entre la zona social y la zona privada, una transición conformada por dos patios interiores filtran la luz natural hacia los pasillos que conducen a las habitaciones. En las fachadas laterales, dos ventanas permiten apreciar el entorno natural y construido de las laderas del valle y del centro de la ciudad. Adyacentes a estos patios se localizan los pasillos y las zonas de servicios, que se iluminan y ventilan naturalmente.
Los dormitorios
Hacia el patio interior que separa los dos volúmenes de vivienda propuestos en la arquitectura del edificio, se localizan las tres habitaciones solicitadas en el programa. La arquitectura interior de esta vivienda que integra las plantas arquitectónicas de dos apartamentos concebidos originalmente en el proyecto, integra el espacio interior con la naturaleza del parque, con la luz que proviene de los patios y localiza sus usos de acuerdo con el entorno en que se ubica.
Las actividades domésticas y el trabajo
Esta vivienda plantea hacia el parque un espacio único, articulado con la presencia de diferentes actividades en la zona social. Esta zona integra la cocina como un espacio de oficios y también de reunión, concibe el estudio como un espacio de trabajo que puede integrarse o separarse de la zona social a través de unas puertas vidrieras, y concibe el balcón como la extensión de la zona social hacia el entorno, como una terraza cubierta que mira hacia el parque.
La materialidad
La estructura original en concreto visto se integra con pisos y enchapes en madera natural que le aportan calidez a la arquitectura del espacio interior. Tableros industrializados recubren las paredes donde se guardan libros en el estudio, utensilios en la cocina y objetos de la casa. La coordinación dimensional entre los módulos de las paredes que se integran a través de juntas y dilataciones en los cielos, le da a la arquitectura de la vivienda una condición de modularidad que define el orden constructivo y las proporciones del espacio interior. Y el entorno natural, conformado por las hojas de los árboles y los tonos de la naturaleza, se integra al conjunto de materiales, texturas y colores que conforman el espacio y las actividades que ocurren en la cotidianidad de esta vivienda.
Autor(es): Estudio Central / Alejandro Restrepo Montoya