Ubicada a las afueras de Medellín, en la zona rural de Envigado, LA COMBI es una vivienda unifamiliar encargada por una pareja joven que quería simplemente disfrutar la naturaleza y vivir una vida de campo sin estar lejos de la ciudad. Las bajas temperaturas de la zona significaban un primer reto debido a que había que encontrar un equilibrio entre los materiales y la orientación de la casa para que hubiera un confort adecuado en temperatura y sensación térmica, algo de lo que muchos vecinos en la zona se quejan porque su casa es muy fría. El relieve y la altura con respecto al nivel del mar, era una oportunidad interesante para jugar con el clima (el sol en esas alturas calienta mas, y se podía usar esa energía para aprovecharla en las noche) y aprovechar la facilidad con la que la vegetación se comporta en estos climas.

La casa LA COMBI está implantada sobre una compleja pendiente donde la vía de acceso y el nivel del parqueadero están separados por un desnivel pronunciado, algo que obligó a ubicar la casa sobre una cota determinada que no afectara mucho el terreno con contenciones, ni la vía de acceso con llenos importantes. Gracias a las bajas temperaturas, y a la increíble vista hacia el valle que se quería aprovechar, el proyecto está orientado paralelo a las montañas, con esto se logra darle protagonismo a las visuales lejanas en todos los espacios de la casa, bloquear los fuertes vientos que suben y captar el sol con la fachada posterior para regular la temperatura en la noche en la zona de habitaciones especialmente. En el primer nivel está distribuida toda la zona social para aprovechar las actividades durante el día con el terreno y las zonas verdes, todo el frente en este nivel está forrado con un enchape de madera para mimetizar el volumen con su entorno y lograr volumétricamente que el volumen a dos aguas del segundo nivel sea el único que resalte en el paisaje.

En el primer nivel está distribuida toda la zona social para aprovechar las actividades durante el día con el terreno y las zonas verdes, todo el frente en este nivel está forrado con un enchape de madera para mimetizar el volumen con su entorno y lograr volumétricamente que el volumen a dos aguas del segundo nivel sea el único que resalte en el paisaje.

En el segundo nivel quedan ubicadas las habitaciones. Esto para que la cubierta de teja shingle absorba el calor y logre regular las bajas temperaturas de la zona en la noche y así tener una temperatura ideal, y segundo por petición del cliente la habitación principal tenía que tener la mejor vista al valle y solo se podía lograr desde el segundo piso en el extremo norte. Formalmente el volumen del segundo nivel es una especie de casita a dos aguas de menor área apoyada sobre una bandeja de concreto, su color negro busca absorber la temperatura, contrastar en el paisaje y la terraza resultante de que el área social del primer piso sea más grande que el área de habitaciones permitió crear una huerta, que fue una solicitud específica del cliente.

Autor(es): Eduardo Munera