Premio Carlos Martínez Jiménez
Esta investigación versa, desde una perspectiva socio-geo-histórica, por la cara o-culta de la marginalidad y desigualdad socio-espacial en la “ciudad culta” de Popayán, Colombia, calificativo asignado desde el imaginario construido por el poder oficial que llevó a la elite política a velar tras el brillo de su linaje, una realidad que no es invisible, la histórica desigualdad que tiene su génesis en la estructura socio-espacial señorial instalada desde la colonia y reproducida hasta el presente. Se define la marginalidad urbana como el desborde de la institución, ese fenómeno que le pertenece a la sociedad pero que a su vez se le opone. El objetivo central estuvo enmarcado en realizar un análisis socio-geo- histórico de Popayán, abordando el problema de la marginalidad urbana, expresado en la tensión, aún en disputa, entre la ciudad culta tradicional y la dinámica socioespacial oculta; lo que en consideración ha invisibilizado otras territorialidades surgidas desde la acción socio-política de los territorios de esfuerzo popular. Metodológicamente, se planteó un modelo inspirado, por un lado, en un enfoque humanístico que permitió comprender a través de una hermenéutica territorial, la ciudad como experiencia social de la diversidad; y de otro, los aportes desde una perspectiva dialéctica y multiescalar que contribuyeron desde su realidad, a confrontar su apelativo culto. Popayán es estudiada desde su conformación colonial, sin embargo, se centra la atención desde 1983 cuando el terremoto que afectó su urbe estableció un hito histórico en su temporalidad. En esta investigación se logró evidenciar cómo el movimiento cívico surgido desde los asentamientos marginales a la ciudad tradicional, supo luchar por el reconocimiento de los derechos ciudadanos, lo que ha llevado a que sea referente para la comprensión de la reconfiguración urbana, ahora en camino hacia el reconocimiento de las fuerzas sociales y las memorias urbanas en formación que hacen suyo, y a su manera, el derecho a la ciudad.
A modo de descripción del problema urbano-territorial, se identifica la necesidad de acometer desde una mirada geohistórica, la exégesis de la marginalidad urbana y la desigualdad socioespacial de Popayán-Colombia, ciudad reconocida en el contexto nacional e internacional por la belleza urbanística y arquitectónica de su sector histórico de origen colonial, al igual que por la cultura forjada desde sus instituciones religiosas y educativas.
El casco viejo de Popayán presenta un desarrollo marcado por una historicidad representada en una imagen colonial de ciudad noble, culta y religiosa, que desde antaño llevó a la élite social a producir, en ese contexto, una mentalidad recreada por una “región moral” dominante y excluyente, que se contrapone de manera radical con el comportamiento humano y las formas de sociabilidad promulgadas, puesto que, al contrario de crear espacios y actitudes que faciliten la adaptación a nuevas formas de convivencia e implicación de la diversidad demográfica constitutiva de la ciudad, ha relegado a otros actores a un plano de invisibilización, circunstancia que los margina de todo acontecimiento e historia oficial en pro de la producción territorial.
Objetivos
Realizar un análisis socio-geo-histórico de la ciudad de Popayán, Colombia, que permita estudiar el problema de la desigualdad y marginalidad urbana, expresada en la tensión, aún en disputa, entre la ciudad culta tradicional y la dinámica socio-espacial o-culta.
Efectuar: a partir de la metáfora que encarna la ciudad o-culta, una reflexión crítica de los discursos hegemónicos y narrativas tradicionales sobre la ciudad hidalga y la sociedad letrada de Popayán.
Interpretar: el rol que desempeñaron los diferentes agentes y actores urbanos en la reconfiguración morfológica y social de la ciudad, después del terremoto de 1983.
Caracterizar: desde otro lugar de enunciación, las territorialidades otras presentes en la marginalidad urbana que ha acompañado históricamente la producción socio-espacial de la ciudad.
Identificar: expresiones socio-espaciales que aporten al ordenamiento territorial de la ciudad, desde las territorialidades otras o desde las sociedades en movimiento marginadas
Terremoto- Hito histórico territorial de la ciudad:
Usualmente la historia de este terremoto ha sido narrada con gran acento desde el drama acontecido en el sector histórico de la ciudad, donde se encontraba buena parte de su patrimonio religioso, arquitectónico y cultural; en consecuencia, este discurso ha llevado a invisibilizar y hasta ocultar el otro gran acontecimiento: “el terremoto social” vivido, representado en el fenómeno que ́sacudió ́ la conformación socio- espacial de la ciudad, debido a la gran cantidad de personas y familias que en los 18 segundos que duró el sismo, se quedaron sin techo, los que debieron salir de los inquilinatos donde vivían en el centro tradicional, los que habitaban los alrededores de la ciudad y que sintieron con dureza los coletazos de la tragedia, además de los migrantes que arribaron en momentos posteriores y que juntos, tras acciones de hecho, invadieron terrenos sobre las periferias de la ciudad. Este fenómeno en palabras del Arquitecto Álvaro Montilla, conmocionó el ámbito vivencial de una sociedad anquilosada y quieta (Montilla, 2019).
AGENTES SOCIALES Y MORFOLOGÍA URBANA
En momentos posteriores al terremoto del 31 de marzo de 1983, el fenómeno migratorio concentró en la ciudad cerca de 26.400 personas (migración interna y externa). Algunos salieron de los inquilinatos destruidos del centro de la ciudad y otros llegaron de municipios y departamentos vecinos. Se localizaron en los asentamientos marginales a su núcleo duro)
Los asentamientos surgidas después del sismo, establecieron en primera instancia una racionalidad que evidenció una rápida formación espacial en las periferias de la ciudad, lo que representó el hecho de concebir el Territorio como albergue, referenciando aquellos lugares que sirvieron de cobijo, donde se alojaron en primera instancia las familias necesitadas, instaurando a manera de un hospedaje precario y provisional, un lugar para resguardarse de la intemperie, lugar que con el paso del tiempo fue cambiando su estructura y materialidad, aproximadamente 5 años después de la tragedia- hasta convertirse en el hábitat permanente, reconfigurando en su conjunto la fisonomía del lugar y, posteriormente, consolidándose como barrios en la estructura urbana de Popayán
La decisión de rechazar las carpas como espacio permanente de habitación, llevó a que las familias que accedieran a ellas, debían utilizarlas por un espacio de tiempo no mayor a 10 o 15 días mientras que armaran su “rancho”, no se podían quedar por más tiempo. Esto debido a que las familias necesitaban establecer posesión del predio ocupado, y en ese sentido, las carpas como una medida solo de emergencia no les ofrecía una acción de posesión, pues en cualquier momento se podían levantar. La carpa era solo un medio provisional, se necesitaba que todos tuvieran una construcción básica.
Con el precedente de contar en poco tiempo con un proceso organizativo que no encontraba la capacidad de respuesta requerida del gobierno local y departamental, inicialmente porque la institucionalidad no se encontraba preparada para afrontar una perturbación de tal magnitud, y posteriormente, por las dudas generadas en el adecuado manejo de los recursos y donaciones que estaban llegando, la Coordinadora de Asentamientos decide organizar “la caravana por la dignidad, el trabajo y la vivienda” con la finalidad de lograr una audiencia directa con el presidente de Colombia Belisario Betancur (presidencia 1982-1986). Líderes y representantes de los comités cívicos que constituían la coordinadora, salen de Popayán el 27 de mayo con destino a Bogotá, alrededor de 300 personas con poco equipaje, pocas pertenencias, pero con muchos anhelos y aspiraciones de cientos de familias por obtener ante todo “la bandera de lucha” del acceso a una vivienda digna en los lotes ocupados.
No se puede desconocer el papel fundamental de “la Coordinadora de Asentamientos” en la reconfiguración urbana de Popayán, a partir de 1983; dinámica que en muy corto tiempo influyó no solo en el crecimiento rápido por fuera del damero colonial, sino en la construcción de otras territorialidades que hoy constituyen la ciudad. Todo esto, signado por arduas luchas en el marco de un proceso socio-geo-histórico difícil y complejo, dónde también la muerte y la impunidad hicieron presencia.
Esta investigación se orienta entonces a explorar un fenómeno urbano poco estimado de considerar como factor de cambio en la ciudad, por cuanto busca el reconocimiento de la gente y de un reducido grupo de arquitectos como agentes activos de la configuración de la nueva Popayán, distinta de la Arcadia colonial que mantiene estable a su interior el régimen de representación jerárquico y estratificado de los valores peninsulares heredados y reproducidos mediante los signos, acaso usados para acentuar la segregación y marginar la diferencia constitutiva y complementaria del actual conglomerado social.
El reto se centra en: Asumir la ciudad como una interrelación entre el poder y lo social, como el lugar de la diferencia, que en el ejercicio del Ordenamiento Territorial, mantenga su hilo conductor patrimonial, pero dando apertura a la vitalidad de los otros actores y expresiones que hoy constituyen la diversidad de su estructura urbana.
Autor(es): Sory Alexander Morales Fernández