“El Solar” es una iniciativa familiar que celebra la memoria de una antigua casa y su patio trasero, un jardín de reunión, esparcimiento, cría de animales y autocultivo. El proyecto se ha ido construyendo progresivamente mediante el intercambio. Este consistió en la utilización del espacio como oficina y centro de formación y fabricación abierto a la comunidad a cambio de la construcción que se adecuara al antiguo parqueadero de motos y permitiera la diversificación del uso.

Pensado como un pabellón, emerge una estructura repetitiva que se concentra en ser un gran andamio inmerso entre los límites construidos por las edificaciones vecinas. En medio de un par de muros urbanos de concreto y ladrillo se alza una sucesión flexible de líneas. A lo largo de nueve mingas de trabajo colaborativo con varios miembros de la comunidad, incluida la familia dueña del lote, se consolidó un ligero esqueleto de materiales orgánicos que amplían el vacío de un lote cerrado y lo complejizan.

Los dos pisos hasta ahora construidos componen un volumen espacioso atravesado por marcos de guadua, tela y delgadas mallas de metal reciclado que insinúan muros y demarcan múltiples áreas de trabajo. El diseño juega con las sensaciones de exterioridad e interioridad, irrumpe en la rigidez urbana con elementos del paisaje rural de la región cafetera. El juego de vacío y llenos refleja la intención de inundar de luz todos los espacios y a la vez permitir la relación visual entre los niveles, obteniendo como resultado espacios con dobles alturas que contienen actividades culturales cubiertas.

Desde el solar, en el fondo, se extiende un jardín que penetra todo el espacio y lo proyecta como un escenario vivo. Un espacio que en primer piso expande la calle al interior, creando un lugar intermedio que se puede recorrer en su totalidad, invitando a la participación comunitaria y al encuentro nuevamente con el verde; una experiencia del espacio colectivo en un lote medianero.

Arquitectura = Proyecto + Ciudad = Público + Gobernanza = Orden Social

Los elementos naturales son piezas que se articulan como un nido sutil por donde se filtran la luz y el viento. Materiales como la guadua en sus diferentes presentaciones y técnicas locales que se traducen a un contexto urbano y que se transforman en elementos estructurantes, espaciales y de mobiliario, como la barra de café en tapia pisada, permitiendo la optimización de los 5 metros de ancho del predio.

Todo el proceso constructivo parte de aprender haciendo, con la idea de una obra escuela, que permite valorar, redescubrir y practicar los procesos constructivos tradicionales entre una comunidad de personas que se interesa por este tipo de procesos.

El Solar, actualmente, es un centro de encuentro, vivo, cambiante y transmutable, que en medio de la urbe abriga lo rural.

@el_solar_Pereira

Autor(es):  RUTA CUATRO TALLER

Arq. Jorge Augusto Noreña
Arq. Juliana López Marulanda

Fotografías: Yeferson Bernal.