El proyecto parte de un detallado reconocimiento de las condiciones climáticas, geográficas, y de flora y fauna del lugar. La resolución formal y técnica de la casa está directamente influenciada por estas condiciones, especialmente por la sutil tensión entre lo vertical y lo horizontal que caracteriza las preexistencias del entorno.
La distribución interna de la casa se organiza entre lo estereotómico y lo tectónico, donde los espacios servidores se consideran estereotómicos. Los ejes estructurales muestran la relación esencial entre la estructura y el espacio habitable.
El diseño busca generar una doble sensación: una sensación de suspensión en el paisaje, con vistas a las copas de los árboles, y una sensación más íntima de protección en las habitaciones. Esto se logra gracias a la posición de la casa en el inicio de una pendiente topográfica.
Cada bloque de la casa tiene características específicas según su uso o actividad. Los mecanismos de cierre y apertura de grandes puertas permiten la transformación de los espacios internos, facilitando una integración fluida con el entorno exterior. Tanto las puertas como las ventanas están diseñadas con alféizares para maximizar la ventilación natural, eliminando la necesidad de aire acondicionado.
La relación de las diferentes partes de la casa con las cotas de nivel se ilustra en la maqueta, que muestra cómo se integran con la topografía circundante para potenciar sus características naturales.
El diseño incluye un revestimiento con pigmentos de piedra de color, que se relaciona con las tonalidades terrosas del entorno. Los acabados en madera y textiles crean una atmósfera cálida con tonos ocres, en armonía con las características naturales del lugar.
Autor(es):SEBASTIÁN SERNA HOSIE
Fotografías: B Estudio
Paola Pabón.