Esta vivienda, de carácter campestre, se implantó en un lote rectangular resultado de la parcelación de un terreno de mayor extensión y de topografía plana. Bajo este régimen de lotes medianeros, la masa cerrada es condición imperativa para garantizar el aislamiento con las viviendas contiguas. Como resultado, sendas fachadas se horadan en un ejercicio de sustracción de la masa. Aparecen así pequeños vacíos que encapsulan el escaso paisaje circundante.

En adición, la masa actúa como zócalo y contrafuerte de una bóveda central. Sutilmente rebajada, levita sobre un pórtico de acero y vidrio a través del cual se inyecta luz al núcleo de la vivienda. Al interior, esta se posa sobre sólidos dispuestos longitudinalmente en una doble crujía intersecada por un vacío central. Este último es la fisura donde se alojan las áreas públicas, y alrededor del cual gravitan áreas de servicio y zonas privadas. La resolución constructiva de la bóveda monolítica, supone una serie de complejidades técnicas: la precisa densidad del concreto en la base que es la zona más pendiente de la estructura, en oposición, la fluidez suficiente que evite la fisuración y estanqueidad de la superficie expuesta.

Autor(es):

Llano Arquitectos
Juan Camilo Llano