Es un proyecto de infraestructura concebido como escenario para fortalecer los procesos de integración ciudadana a la era digital. Está dirigido a todos los sectores del departamento de Caldas que alimentan la cuarta revolución industrial, en el entorno de una ciudad universitaria que además cuenta con cerca de 80 empresas instituciones dedicadas al desarrollo digital, sin incluir las numerosas startups que constituyen un nicho en crecimiento exponencial, dadas las ventajas que ofrece Manizales, una de las ciudades intermedias con mejor calidad de vida de Colombia. El edificio fue construido y dotado con recursos de regalías del departamento de Caldas y el auspicio del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Colombia, para desarrollar un programa de actividades que contempla laboratorios de prototipado, automatización, robótica, IA y Big Data, además de una plataforma freelance, áreas de co-working para empresas de base tecnológica, áreas comerciales y gastronómicas en las superficies urbanas, oficinas de transferencia tecnológica y áreas destinadas a virtual learning.
Con un cronograma de ejecución de obra muy ajustado (11 meses) y previendo las contingencias cada vez más complejas que surgen del modelo de contratación estatal para la construcción de edificios públicos, se propuso una arquitectura que dignifica los atributos formales de la estructura. La invitación a los ingenieros, como parte del equipo creativo, para recuperar el diálogo con los arquitectos, produjo un positivo proceso de retroalimentación que derivó en la concepción de una estructura legítima en el marco de la estirpe normas resistente y, a su vez, dotada de valores estéticos. La estructura portante del edificio está también en las esencias del arte de su arquitectura.
El predio del proyecto fue ubicado en el municipio de Villamaría ante el interés gubernamental de descentralizar los escenarios del desarrollo regional. Su forma en L propició un juego volumétrico de paralelepípedos cruzados, que se conectan entre sí por un piso transitivo nivelado con la rasante del ambiente urbano, el cual ofrece la totalidad del área del predio a la actividad colectiva.
Esta gran superficie abierta, que se entiende perceptiblemente como parte del espacio público, se extiende hasta el límite posterior del predio para generar un balcón corrido desde donde se observa el paisaje dominado por el perfil geográfico de la ciudad en cumbrales en la montaña.
La estructura portante revela de cómo un exoesqueleto que le otorga el tono y la nucelación de los servicios dispuestos hacia los testeros, libera el espacio interior del volumen permitiendo la flexibilidad de uso en el tiempo. Vidrio, persianas metálicas horizontales y superficies de piedra junta perdida, completan el repertorio material del conjunto edificado. Su apariencia irredenta, que dialoga con la formalidad arquitectónica asociada al sistema estructural, obedece a una búsqueda de los estándares necesarios para lograr una habitabilidad digna, una urbanidad expandida y una tecnicidad consistente, atributos mínimos del edificio institucional público.
Autor(es):
Dr. Mg. Arq. Edison Henao Carvajal
Profesor Universidad Nacional de Colombia
Dr. Mg. Arq. Isabella Llanos Chaparro
Profesora Universidad Nacional de Colombia
Arq. Natalia A. Espinosa Ruiz
Fotografías: Sergio Escobar, Edison Henao Carvajal, Isaac Ramírez