HISTORIA DE EDIFICIO

El edificio fue diseñado por la firma Child Dávila Luzardo & Compañía, sus socios Harry Child arquitecto del King ́s College de Londres y el ingeniero arquitecto Jorge Luzardo, se caracterizaron por sus obras eclécticas en el período
republicano comprendido entre los años 1.938 y 1.945. En este período se observa el cambio de un estilo Colonial dando inicio a una arquitectura republicana que se manifestó como un elemento más de la modernidad en la cual se circunscribía la ciudad. Su construcción se dio casi de manera simbiótica con el desarrollo urbanístico más importante de la época, la ampliación de la carrera Décima, que buscaba resolver el problema de tránsito y conectar la zona centro con los extremos norte y sur de la ciudad, generando la primera gran avenida de la modernidad de
doble calzada y separador central con un ancho total de 36 metros, de carácter residencial y comercial en la planta baja de los nuevos edificios.

El edificio está ubicado en la esquina nororiental de la Carrera 10 con Calle 22, conforma una unidad arquitectónica con el predio vecino colindante al lado norte. La unidad arquitectónica está constituida por dos edificaciones de cuatro pisos, paramentada en dos predios independientes con forma regular, con un frente total de 30,5 m sobre la carrera décima y un fondo de 14,6 m sobre la calle 22. Las fachadas se componen de basamento, cuerpo intermedio y cuerpo superior de remate, delimitadas entre sí por cornisas de piedra. El basamento tiene los accesos directos a los locales comerciales y a los pisos superiores.

El cuerpo intermedio se estructura en 13 ejes donde se ubican las ventanas del segundo y tercer piso, sobresale un
balcón que se ubica en la esquina del segundo piso. El cuerpo superior, a manera de mansarda revestida con
pizarra, comparte los 13 ejes del cuerpo intermedio con ventanas con sobremarco. El sistema estructural es de muros de carga, con carpintería en madera para puertas y ventanas.

INTERVENCIÓN

La intervención busca la seguridad con un reforzamiento estructural innovador que permitió un mínimo de afectación en la mampostería estructural de muros hasta de 60 cms de espesor en fachada. Para el sistema estructural se reforzó la cimentación existente mediante la elaboración zapatas corridas formadas con vigas de amarre en concreto en el perímetro interior de todo el edificio. Los muros de carga fueron reforzados mediante platinas de acero atornilladas que confinan los muros existentes desde la cimentación hasta la cubierta. Con respecto a las placas de entrepiso, se hizo una demolición completa en toda la edificación, debido a su estado de deterioro. Las placas nuevas se construyeron en steel deck apoyadas sobre un diafragma metálico en el contorno perimetral del espacio. La estructura metálica del entrepiso se adhirió a las platinas que confinaban los muros, generando la estabilidad requerida para todo el sistema estructural. La estructura de madera de la cubierta se conservo, reforzando algunas viguetas de madera que lo requerían.

La fachada original se respetó conservando y restaurando la totalidad de sus elementos. La ventanería en madera se recuperó, la ornamentación de las barandas junto con sus pasamanos en madera es original. La escalera interior en
granito negro fundido se conservó junto con la baranda. Al interior de los apartamentos las chimeneas son los elementos arquitectónicos que permanecen en el tiempo con su diseño y madera recuperada. Actualmente funcionan. La renovación del edificio cumple las necesidades y la normativa actual en redes hidráulicas, eléctricas gas natural y contra incendios.

PATRIMONIO RENOVADO

Este inmueble fue declarado bien de interés cultural en la categoría de conservación integral, mediante el decreto 606 de 2001, y hace parte de un paisaje urbano que representa la transformación urbana de la primera mitad del siglo XX. A lo largo de la segunda mitad del siglo se destinó a uso de vivienda tradicional en renta para la creciente élite capitalina, pero entrado el nuevo milenio los apartamentos fueron abandonados por el desplazamiento de su uso, cambio de actividades del sector y deterioro del barrio. Desde 1956 y durante más de 60 años la Droguería Acuña estuvo presente en la planta baja, por lo que se dio a conocer como Edificio Acuña. Mediante la Resolución 0634 de 2019 IDPC autoriza la intervención del Edificio para ser restaurado bajo su uso original de vivienda. La renovación del edificio se hizo durante los años 2021 y 2022 y cumple con las necesidades y la normativa vigente.

Actualmente el proyecto de vivienda Edificio Acuña es una iniciativa privada que busca salvaguardar el patrimonio, transformar su entorno sobre la carrera decima o denominada carrera de la modernidad y convertir el edificio en un bien productivo que hoy ha vuelto a su uso original de vivienda en renta.

Autor(es): At Construcciones SAS

Arq. Maria Isabel Torrente

Fotografías: Paula Iguavita